Cuando las temperaturas suben, nuestro estado de ánimo puede cambiar… ¡y mucho!
Irritabilidad: El calor excesivo eleva el malestar físico, lo que hace que seamos más propensos a reaccionar con enojo o frustración.
Fatiga mental: El cuerpo trabaja más para regular la temperatura, y eso nos deja con menos energía mental.
Menor tolerancia a la frustración: Las altas temperaturas hacen que tengamos menos paciencia con las personas y las situaciones cotidianas.
Estrés y ansiedad: El calor intenso puede aumentar la sensación de agobio, afectando el bienestar emocional.
Dato curioso: Estudios demuestran que las olas de calor están relacionadas con un aumento en comportamientos agresivos y discusiones.
Consejo: Mantente hidratado, busca espacios frescos y haz pausas si sientes que el calor está afectando tu humor.
¿Te afecta el calor en tu estado de ánimo? Cuéntamelo en los comentarios.