Esta foto es de Arroz con Bogavante de «La Solana» en Ribadeo»
Rinlo tiene la fama del arroz con bogavante en A Mariña Lucense
La fecha de la primera entrada de este artículo es de mayo de 2015. Más abajo encontrará las actualizaciones correspondientes.
De todos es sabido que el arroz con bogavante que ofrece el restaurante «La Cofradía» de Rinlo (Lugo) tiene gran fama y desde hace ya años y es una fama bien merecida en su día, pues ya lo probé yo allí por los años noventa. Desde aquel entonces lo degusté en más de una ocasión y recientemente, en abril acudí a por el tan afamado arroz con bogavante dado que había escuchado ciertas voces críticas en los últimos tiempos y realmente creo que ya no merece la fama que se le otorga.
Personalmente soy crítico con esta especialidad culinaria que los hosteleros aprovechan para vender arroz casi al precio del bogavante, pero reconozco que es una forma razonable para disfrutar de los dos ingredientes principales, el arroz y el bogavante o lubrigante.
No me gustó, tengo que decirlo, no me gustó, ni mucho ni poco y puede ser, como me dijeron algunos de los defensores de este establecimiento, que tuviera mala suerte y desde luego que la tuve.
Reservamos mesa para la segunda tandada, pues tienen un turno a primera hora y otro un poco más tarde y las dos plantas del restaurante repletas degustando este plato y las cazuelas saliendo una tras otras sin cesar y la verdad es que me daba la sensación de estar en un comedor social, y los camareros sirviendo el típico «rancho» del ejército pero eso fue una sensación personal, porque el lugar es bonito y el servicio atento, correcto y hasta cierto punto profesional aunque el espacio de unas mesas a otras, para mi gusto era demasiado justo, pero tampoco estábamos apelotonados. El local cumple y el servicio también aunque no nos pusieron útiles para el marisco.
El problema era el arroz con bogavante, porque parte del arroz tenía el corazón duro, pero no era arroz bomba, que suele pecar de eso, sino que parecía (es una opinión y no un dato verificado) que era fruto del que sobró de la primera remesa y al recalentarlo, como se sabe, el arroz endurece el corazón. Otra parte del arroz no pecaba de ese defecto, pero en general el arroz es más que caldoso pastoso, es una auténtica pasta al poco de servirlo y no le podemos aplicar el calificativo de meloso, sino pastoso, casi un risotto y pasado.
Para dos personas, de bogavante nos tocó la parte de la cabeza con las pinzas y las patas , la cola (pero sin nada que comer) y dos anillos del cuerpo, que es lo rico y nada más. El resto se completaba con un langostino, algunos calamares y mejillones. No estaba bien de sabor, el arroz en parte duro y de bogavante había una fotocopia.
La carta de vinos es ínfima y los postres más o menos caseros cumplen pero sin alardes y el precio, si el arroz estuviera bien preparado y sabroso sería un precio muy razonable e incluso barato.
La única pega al servicio que puedo hacer es cuando el camarero nos preguntó si habíamos acabado, porque miraba para la cazuela que no la acabamos y no para los cubiertos en el plato indicando finalización de la comida (cualquier camarero debe conocer eso) y nos preguntó además qué tal estaba todo. Le indicamos que no nos había gustado y simplemente sonrió, recogió los platos y se marchó. Nadie se acercó a preguntar lo que no nos había gustado en ningún momento y eso es un error de bulto, a no ser que ya supieran que lo que nos habían servido no estaba en óptimas condiciones. En todo caso unas disculpas no hubieran estado de más.
En mi opinión la bien merecida fama otrora de Rinlo hoy es simple postureo. Parece que ir a Rinlo a comer el arroz con bogavante es de obligado cumplimiento y «mola» mucho decir «yo estuve allí» y colgarlo en Facebook o Twitter es como muy «in». Lo dicho, puro postureo.
En la zona siempre que he aconsejado o he llevado a alguien a tomar un arroz con bogavante he optado por «La Solana» en el puerto de Ribadeo y allí no encontrarás más que lubrigante en el arroz (como se puede ver en la foto principal que ilustra este artículo), nada más y el verdadero sabor viene de ese bogavante y no de todo lo que se echa en otros sitios para lograr un sabor que no logran con el ingrediente estrella.
Pocos días después acudí al restaurante «La Solana» y pedimos también para dos personas esa especialidad y no hay color, nada que ver, en su punto, delicioso. El precio son 20 € frente a los 30 € de Rinlo, pero es un pelín menos abundante pero sufiente para dos, para mi gusto mejor y me permite pedir un par de entrantes consistentes en media ración de croquetas de marisco que son una delicia y un revuelto de grelos con gambas que no deben dejar de pedir, porque están para hacerles reverencias. Exquisito, todo exquisito y el precio final similar o sensiblemente más económico que en Rinlo.
Finalmente quisiera hablar de otro establecimiento que preparan un arroz con bogavante excelente, pero ya en el interior de la provincia de Lugo, en el lugar de Aguiada al lado de Sarria en la carretera que va hacia Triacastela por Pintín. Se llama «Arrocería Valle Aguiada» y lo abrieron dos valencianos que se afincaron en el Camino de Santiago, y ofrecen todo tipo de arroces y alguna especialidad más, pero éstas en plan ración o tapa, de la que recomendamos seriamente los chipirones con habas y ajetes tiernos… para chuparse los dedos.
Los arroces o bien se encargan o bien se espera por ellos, pues se hacen al momento y para una hora determinada, lo que quiere decir que cuando se reserva mesa y se pide un arroz se indica la hora para la que se quiere y para ese mismo instante el arroz está preparado y listo para degustar.
Pocos días después probamos el arroz con bogavante en esta arrocería, eso sí, tomando los chipirones citados de entrante y como siempre que hemos acudido allí, la preparación es magistral y las raciones abundantísimas, que se cobran a unos 16 euros (mínimo 2), una atención estupenda y un precio final muy económico también.
En resumen, Rinlo es un sitio que tiene una relación calidad precio aceptable (suponiendo que nosotros ese día tuviéramos mala suerte y fuera un fracaso puntual) y La Solana tienen un muy buen precio y un muy buen producto y seguramente hay cientos de establecimientos que pueden ofrecer esta especialidad a un precio razonable y bien preparado.
Las personas somos un tanto gregarias y nos movemos un poco por lo que dicen los demás y en el caso de La Cofradía de Rinlo, sigo pensando que es simple postureo y queda bien decir que fuimos allí, pero no encontraremos nada especial que no haya en cualquier otro restaurante. Personalmente Rinlo es ideal para dar un paseo por la costa de Lugo y admirar las vistas, pero para comer hay otras opciones mucho más interesantes.
Eduar Garza.
Actualización 2016: La arrocería Valle Aguiada ha cerrado sus puertas y nos quedamos sin sus grandes especialidades.
Actualización 2018: Hemos visitado cada año este restaurante con la sana intención de hacer una crítica positiva y no hemos podido y en este año 2018 creo que conviene hacer algunas aclaraciones a lo escrito en años anteriores y relatar la experiencia en 2018.
Por motivos profesionales, nos acercamos a «La Cofradía» en Rinlo con la sana intención de buscar los puntos fuertes y positivos de este restaurante y sí que tenemos que decir cosas buenas, pero culinariamente no sólo reiteramos nuestra opinión sino que incluso encontramos más razones para seguir desmontando el mito.
En esta ocasión acudimos tres personas y dos de ellas especialistas en arroz en general y en arroz con bogavante en particular y, efectivamente, podemos decir en favor de este restaurante que es una autentica mina, que su éxito cada día es mayor y la afluencia de comensales es brutal. Es algo que hemos comprobado en varias ocasiones en estos últimos meses cada vez que pasábamos por allí y si esto es así nos hace reflexionar que seguramente estemos equivocados y que el plato estrella lo sea de verdad y no el desastre que nosotros decimos.
También conviene aclarar que no hablamos del resto de restaurantes de Rinlo, pues nos hemos centrado en el mito, en la leyenda, en el que se considera (según ellos mismos) el inventor del arroz con bogavante.
Es muy posible que en alguno de los establecimientos de la localidad sirvan este plato de forma magistral y nos hemos puesto como deberes hacer las comprobaciones oportunas.
Rinlo es un lugar precioso de visita obligada y no queremos que este artículo haga pensar que no merece la pena ir, nada más lejos de la realidad, no se lo pierdan, no lo duden porque el propio pueblo y su entorno es algo que todo el mundo debería conocer.
Centrándonos en el meollo de la cuestión, en el plato estrella, han mejorado en esta ocasión en algo, sí, efectivamente. En las ocasiones anteriores al cabo de diez minutos, como mucho quince, se convertía en una pasta densa que bien valdría para usar como argamasa en construcción, pero en esta ocasión se mantuvo «caldoso» sin llegar siquiera a ser «meloso» (los que sabéis de arroz entenderéis perfectamente la diferencia entre uno y otro). Lo lograron, se mantuvo caldoso todo el tiempo hasta que lo retiraron y digo retiraron porque nos echamos un par de cucharadas en cada plato para probarlo y ya lo dejamos en la cazuela porque no nos gustó en absoluto.
Si en ocasiones anteriores podía apreciarse un poco de sabor en este caso no tenía sabor, ni mucho ni poco. El lubrigante sin sabor tampoco, no sabía a nada, ni bien ni mal, a nada de nada, y, como en anteriores ocasiones, venían las pinzas, la parte de las patas y el trozo final del abanico de la cola, pero los anillos donde está al «chicha» ni uno, ni uno solo.
Eso sí, los langostinos y las almejas se podían comer y nos los comimos, pero insisto en esto, cuando pido arroz con bogavante entiendo que es lo que debe llevar, no otros sucedáneos más propios de la paella de mariscos que de este tipo de plato. Para mí eso es un fallo grave.
Otra cosa que advertimos es que de avecrem, colorante y otros, a nuestro juicio, va cargado y muy cargado. Dos de los comensales los notamos al comer y durante toda la tarde con el malestar que nos produjo.
Pedimos también pulpo y el calibre era pequeño, no era pulpo del que merece que se sirva en Galicia y un lugar costero como Rinlo, pero la preparación era aceptable y cumplía perfectamente.
La atención en general fue buena y creo que mejor incluso que en otras ocasiones, trataron de agradar y se preocupaban por hacer bien su trabajo, pero eso sí, cuando la cazuela regresó a la cocina más que mediada nadie preguntó lo que había pasado, lo retiraron sin más.
Como datos a tener en cuenta en la valoración que hicimos, entramos un instante a echar un vistazo al comedor de la planta baja y aquello es agobiante porque estaba hasta la bandera y unas mesas pegadas a otras, algo que no ha cambiado, pero nosotros comimos en la terraza que al ser abierta al aire libre da una sensación menor de agobio.
Las mesas son muy pequeñas, y serían propias para una y como mucho para dos comensales, pero se usan para tres y hasta cuatro. No engañan a nadie, porque son visibles, pero personalmente prefiero algo de espacio o «aire» entre mesa y mesa y en la propia mesa, para no tener que poner la botella de agua en el suelo, pues en la mesa no entraba nada más.
Acudir al baño es una misión imposible, uno en la planta baja y creo que otro en la planta primera, pero mixto y pequeños y con la afluencia de clientela que tiene el negocio no son ni suficientes ni adecuados. Cuando vamos a un restaurante no sólo valoramos lo que nos sirven en el plato.
Justo a nuestro lado había un tronco de árbol a modo de adorno, pero la parte superior hasta los topes de telas de arañas con una densidad en las mismas que no podían ser fruto del tejido del mismo día tras la limpieza del la mañana.
Uno de los postres venía con un pelo en el plato y cuando optamos por no comerlo (el postre), se disculparon correctamente y se ofrecieron a traer otro, pero preferimos que no. No obstante el hecho de un pelo en un plato es algo que no es determinante, porque es un accidente común y no siempre evitable pero sí es cierto que no es agradable encontrarse ese pelo en tu plato y si lo sumamos a otros aspectos, no ayuda en la valoración final.
Bueno, en resumidas cuentas, que íbamos con la sana intención de poder contar algo positivo, pero salimos más defraudados que en otras ocasiones y opinamos que van de mal en peor en lo que se refiere a su plato estrella.
También conviene resaltar que allí todo el mundo comía y rechupeteaba aquellos restos de lo que debió ser alguna vez un bogavante como si no hubiera un mañana y lo que vemos día a día es que aumenta su fama y muchísima gente habla maravillas de este restaurante así que, insisto, es muy probable que nosotros estemos equivocados.
También es cierto que puede suceder que lo que dicen al respecto de que ha sido el mejor arroz con lubrigante que han comido en su vida no sea una mentira, que digan la verdad, porque, o bien nunca lo habían comido antes o nunca lo han comido de calidad y por tanto les parece una maravilla. Me gustaría saber su opinión cuando prueben alguno de calidad, que los hay y en mucho sitios. Concretamente os voy a hablar de algunas opciones maravillosas y también a un precio más que aceptable.
La arrocería «Los Cachivaches» en Lugo ciudad os ofrece uno de los mejores, pero os recomiendo otra de sus maravillas, que es el arroz con zamburiñas y jamón ibérico… para aplaudirles.
En la zona de O Vicedo, en la playa de San Román del Valle, podréis disfrutar de una arroz con bogavante de lujo (pero a precio de no lujo) en «Casa Fanego» pero eso sí, bajo reserva y encargo previo porque no lo tienen en carta sino que lo suelen servir en comidas concertadas previamente.
Pues para finalizar la valoración de 2018 reiterándonos que si quieres disfrutar de un arroz con bogavante como mandan los cánones no es «La Cofradía» el restaurante al que acudir, eso sí, bajo nuestra modesta opinión, porque hay miles y miles de personas que desmienten día a día lo que aquí decimos.
Pero sí agradecemos que nos indiquéis otros sitios a los que debamos ir y los iremos valorando para ir creando un mapa de lugares en los que sí merece la pena acudir a disfrutar de este plato.
Fotografías de la revisión de 2018
Podrás apreciar las telas de araña densas, el pelo en el postre, los langostinos y almejas que lleva el arroz y la cazuela de arroz en el que parecen flotar los excesos de «añadidos».
Tienes toda la razón yo llevo visitando Rinlo unos diez años, por la Cofradía voy cuando vienen amigos pero yo iría a la Mirandilla.
De lo que era a lo que es tú lo has definido muy bien.
El arroz se compra en DIA en Ribadeo al igual que el tomate por eso no te sabe como sabia, cuando un plato se convierte en industrial pierde todo,pero he decir que es imposible hacerlo bien para tanta gente, las reservas se hacen con 15 días de antelación.
Del servicio no puedo decir nada !año porque en su mayor parte son muy buena gente, hacen lo que han visto hacer sin más de los vinos yo no necesito mas de 10 referencias para el arroz pero lo que valoro mas son los postres ahí se me pasa la decepción del arroz, pero claro cualquiera le dice nada a quién va contigo como si fuese a comer a un 5 estrellas Michelín, que no hay
Más sabroso es el de la Villa a tan sólo un kilómetro, pero probaré el de La Solana
Te doy toda la razón, y desde luego pasaremos por la Solana para probar tan ricos manjares.
El artículo es de 2015 y en 2016 la arrocería Valle Aguiada ha cerrado sus puertas, algo que lamentamos los que tanto disfrutamos de sus arroces, pero como bien dice el dicho unos llevan la fama y otros el agua y en este caso llevar el agua no llega para cubrir gastos.
Quisiera dar a conocer ,aunque no es en la costa de Lugo,el arroz con bogavante del Restaurante Burbia de Ponferrada,Leon
Un pequeño negocio de comida muy casera y con productos Naturales,y cuya especialidad sin los arroces , principalmente el caldoso de bogavante gallego,un plato muy sabroso y muy bien elaborado que merece la pena degustar.
Pueden verse las fotos y vídeos en el Facebook Restaurante Burbia.