Llegar a la tercera edad no significa parar, ¡al contrario!
El ejercicio regular es una de las mejores herramientas para mantener la salud, la autonomía y la alegría de vivir en la etapa senior. Y no necesitas ser atleta: moverse un poco cada día es suficiente.
¿Por qué hacer deporte en la vejez?
Mejora la memoria y previene el deterioro cognitivo
El ejercicio activa el cerebro, reduce el riesgo de Alzheimer y mejora el estado de ánimo.
Fortalece huesos y músculos
Evita caídas, fracturas y pérdida de masa muscular (sarcopenia), tan común con la edad.
Protege el corazón y controla enfermedades
Reduce la presión arterial, mejora el colesterol y regula el azúcar en sangre.
Disminuye la ansiedad y la depresión
El movimiento libera endorfinas y combate el aislamiento social.
Mejora la calidad del sueño y del descanso
Favorece la autonomía y la movilidad diaria
Subir escaleras, vestirse o salir de casa se vuelve más fácil.
¿Qué actividades son más recomendables?
- Caminar a buen ritmo
- Nadar o hacer aquagym
- Bicicleta estática
- Yoga o pilates suave
- Ejercicios de equilibrio y fuerza con el propio peso
- Juegos al aire libre o en grupo (petanca, senderismo, tai chi…)
Lo ideal: 150 minutos de actividad moderada a la semana. ¡Y siempre adaptado a tus capacidades!
El deporte en la vejez no es una opción: es una inversión en calidad de vida.
No importa la edad, siempre estás a tiempo de empezar a cuidarte.
Porque no se trata solo de vivir más años… sino de que esos años sean activos, saludables y felices.