Lejos del cliché de la “generación perdida”, los jóvenes de hoy tienen muy claras sus prioridades. Y no siempre coinciden con las de generaciones anteriores. Aquí algunas de las más destacadas:
1. Buscar propósito, no solo trabajo
Ya no se trata solo de tener empleo, sino de encontrar sentido en lo que se hace. El propósito pesa tanto como el sueldo.
2. Priorizar la salud mental y el equilibrio
La generación que más ha normalizado hablar de ansiedad, terapia y autocuidado. El bienestar emocional ya no es un lujo, es una necesidad.
3. Valorar la libertad y el tiempo
Muchos jóvenes prefieren ganar menos, pero tener más tiempo libre, poder viajar o trabajar en lo que les gusta. El tiempo libre es riqueza.
4. Sostenibilidad y conciencia social
Comprometidos con el medio ambiente, el consumo responsable y las causas sociales. Prefieren marcas y empleos alineados con sus valores.
5. Relaciones auténticas
Menos cantidad, más calidad. La conexión humana y el entorno afectivo saludable son clave para su bienestar.
6. Flexibilidad y autonomía
Trabajo remoto, modelos híbridos, emprender… No quieren horarios rígidos ni vidas encorsetadas. Buscan autonomía real.
Los jóvenes no viven “desconectados”, sino conectados con lo que realmente importa para ellos. Buscan construir una vida con sentido, no solo una carrera.