Carta de postres: consejos que te ayudarán a sacar el máximo partido

Carta de postres: consejos que te ayudarán a sacar el máximo partido

Un buen postre es el broche de oro de una comida o cena. Ese plato de sabor dulce o agridulce que se deja para el final y que endulza la vida. Cuando son de gran aportación calórica hacen tener remordimientos de conciencia, pero si se consumen con moderación no dejan de ser un placer más para el paladar al que es imposible resistirse.

Es tanta la importancia de los postres que en Barcelona ya existe un establecimiento especializado en este campo. Nada más y nada menos que el único restaurante del mundo de postres. Se llama EspaiSucre y tiene dos salones: uno principal para 30 personas y uno privado para 12. ¡Una auténtica delicia para los amantes de lo dulce!

En cuanto a la variedad de postres, existen de todas las temperaturas, texturas y sabores. Aunque son las frutas, cremas, chocolates y helados los se llevan la mayoría de las ovaciones, son muchos los ingredientes que se pueden incluir en la sobremesa.

Para conseguir que los postres triunfen se debe:

Diseñar una carta específica y atractiva

 Si incluye fotografías (de calidad, pero ajustándose a la realidad), mucho mejor.

Disponer de una oferta variada para todos los gustos

Describe bien cada postre con palabras que ayuden a hacerse una idea de lo que podrán saborear. No te olvides de especificar los elementos alérgenos y trata de crear una sección de postres bajos en calorías.

Garantizar diversidad de precios

Otro punto clave es poner a disposición de los comensales postres de diferentes precios.

Promocionar postres en las redes sociales

Elige alguna especialidad o postre que funcione bien para aprovechar su potencial al máximo.

Cambiar la propuesta

De vez en cuando y según la temporada es recomendable variar la selección de postres para sorprender a tus clientes. No pases por alto que lo casero siempre atrae, por lo que no escatimes en la calidad de los productos y la preparación.

“Una comida sin postre es como un traje sin corbata.” (F. Point)