En Galicia, la cena de Nochebuena es un auténtico homenaje a los productos del mar y de la tierra. Aunque cada familia tiene sus costumbres, hay varios platos que aparecen una y otra vez porque forman parte de la tradición y del sabor gallego.
Lo más típico es empezar con marisco, que es casi imprescindible en muchas mesas: cigalas, langostinos, camarones, percebes, vieiras o nécoras según la zona y el bolsillo. También es habitual servir caldo gallego para entrar en calor, sobre todo en las casas más tradicionales. Entre los segundos platos destacan el bacalao con coliflor, una receta muy antigua y sencilla que sigue presente en muchas familias, o bien pescados como merluza, rape o rodaballo, que son muy valorados en estas fechas.
Para quienes prefieren carne, es típico encontrar cordero, capón de Vilalba, pollo de corral, cochinillo o lacón asado, dependiendo de la comarca. En algunas zonas más rurales también se sirven empanadas, pulpo o incluso cocidos especiales según la tradición familiar.
De postre no faltan los dulces navideños —turrones, polvorones, mazapanes— pero también es común acompañar con filloas, tarta de almendra o dulces caseros. Todo ello suele ir acompañado de vinos gallegos, como Albariño, Godello o Mencía, y una buena sobremesa larga, que en Galicia es casi tan importante como la cena.



