1) Coste total demasiado alto
No es solo el carnet: coche + seguro + combustible + parking + mantenimiento. Sale más barato pagar por trayecto (bus, tren, carsharing, VTC).
2) Vida urbana y menos necesidad
En ciudades hay metro, bus, bici, patinete, caminar. Todo cerca = menos dependencia del coche.
3) Movilidad “on-demand”
Apps que combinan VTC, taxi, carsharing, motosharing y e-bikes. Reservas en minutos, sin propiedad ni responsabilidades.
4) Conciencia climática
Más sensibilidad a emisiones, ruido y espacio público. Prefieren opciones bajas en carbono (tren, bici, caminar).
5) Cultura digital y comodidad
Planifican con el móvil, pagan sin efectivo, ven el tiempo de viaje en vivo y aprovechan el trayecto para estudiar o trabajar.
6) Seguridad y estrés
Conducir en ciudad es tenso (tráfico, aparcar, multas). En transporte público delegan y reducen riesgos.
7) Trámites y barreras
Precio de la autoescuela, tiempos de espera, exámenes y requisitos; muchos lo posponen hasta que es imprescindible.
8) Estudios, teletrabajo y ocio local
Más tiempo en campus/teletrabajo y ocio de proximidad. Menos trayectos largos = menos necesidad de coche.
¿Qué eligen en su lugar?
- Micromovilidad: bici, e-bike, patinete.
- Transporte público: abonos jóvenes y tarifas planas.
- Movilidad compartida: car/moto-sharing, VTC, taxi.
- Coche puntual: alquiler por días o fin de semana.
Prefieren movilidad flexible, barata, digital y sostenible frente a la propiedad y los costes fijos del coche.



