Sin discutir la importancia de guías como Tripadvisor, entre otras muchas, con un reconocimiento social ampliamente demostrado, me planteo si la cuestión de la recomendación social es un baremo válido para encumbrar o denostar a un restaurante y la fiabilidad de este tipo de rankings.
Es cierto que ese fin social que saben explotar este tipo de portales les funciona de cine y nos hace ver como bueno el ser empleados explotados y sin sueldo de una multinacional (ver mi otro artículo al respecto).
Con la idea de advertir a otros para que no cometan el error de entrar y gastarse sus dineros en lugares en los que anteriores usuarios se han sentido defraudados o con el afán de valorar aquellos sitios que verdaderamente valgan la pena, somos todos unas marionetas de Tripadvisor. Empleados sin sueldo de una multinacional millonaria.
Defiendo la recomendación de confianza que es la que te ofrece alguien que conoce tu gustos y que te indica donde comió para que tú lo disfrutes también, pero cuando esa recomendación queda a criterio y libre albedrío de cualquier persona no deja de ser un peligro y un grave error el fiarse.
Sí, ya sé… cada uno de vosotros tiene su truco para interpretar esos comentarios y adivinar, cual pitonisa maravillosa, la suerte que hemos de correr si decidimos gastarnos los dineros en el establecimiento de turno creando un algoritmo personal que nunca falla, en teoría, que luego la práctica es otra cosa.
Y para muestra… un botón:
Dos restaurantes de los cuáles uno de ellos ostenta una Estrella Michelín y otro el privilegio de estar marcado en Tripadvisor como el segundo mejor restaurante de la localidad en la que se haya.
La comida, para dos personas, consiste en un entrante, platos principales y postres, con dos botellas de agua pequeñas en el segundo (0,66 litros) y una botella de agua grande (1 litro) en el Estrella Michelín. Dos vermuts y café en el segundo.
Diferencia de precio entre uno y otro es de poco más de 8 euros y, francamente, no lo entiendo. Es cierto que en el Estrella Michelín el precio me parece muy pero que muy barato y si lo comparo con el otro un auténtico regalo.
Ni si quiera puedo argumentar que en uno la comida es abundante y en el otro no, porque en El Ermitaño de Benavente (1 Estrella Michelín) los platos son perfectamente cumplidos en cantidad.
En el primero, mantel de papel, servilleta de papel, separación de mesas prácticamente inexistente, camareros no profesionales haciendo eslalon entre las mesas, cocina mediocre, ambiente ruidoso y poco apacible. En El Ermitaño todo lo contrario, una auténtica delicia en todos, absolutamente todos los aspectos.
¿Conclusión? ¿Me puedo fiar de Tripadvisor?
Evidentemente no hay color entre una guía que deja en mano de los usuarios el encumbrar o denostar la calidad de un restaurante y otra en la que el prestigio de la misma guía está en juego con las recomendaciones profesionales que ofrece a los usuarios.
Reivindico la profesionalidad en la recomendación gastronómica y defiendo las guías que envían a sus propios técnicos a los restaurantes para emitir sus juicios de valor, asépticos, no interesados, profesionales y mucho más fiables que lo que habitualmente se encuentra por ahí.
Tripadvisor tiene su modelo de negocio que me parece interesantísimo para ellos y un “cuento” para los usuarios pero no me importa si es mejor o peor. No se trata de criticar a Tripadvisor sino de reivindicar y valorar otro tipo de portales gastronómicos como gusuguito.com en donde la recomendación social es un elemento más a tener en cuenta pero donde la valoración del restaurante depende de muchos factores más y, entre esos factores, se encuentra la visita de los inspectores del portal gastronómico.
Como una imagen vale más que mil palabras, os he dejado aquí un montaje fotográfico de cada uno de los restaurantes, la disposición de las mesas en el caso más preocupante, los platos y la factura final. Creo que no hay mucho más que decir.
Eduar Garza.
¿Quieres saber más de gusuguito.com? Visualiza el video.
El valor diferencial de gusuguito.com from XERAL.NET on Vimeo.
Lo curioso de Tripadvisor es que no permite responder al propietario cuando éste contesta a un cliente que ha dejado su opinión, así que voy a contestarle al propietario por este medio, habida cuenta que sé que conoce este artículo, al que ha hecho referencia en su réplica.
Lo primero que he de decir es que usted, señor propietario, puede utilizar los comentarios y las críticas como algo que la gente le hace con intención de dañar o como una forma de revisión de su negocio, auditoría por decirlo de algún modo, para así reflexionar y poner solución a los problemas, algo que demostraría inteligencia por su parte (no dudo que la tenga).
La otra opción es echar la culpa al cliente que no está en sus cabales, o que tiene un afán dañino o cualquier otra excusa para no tomar cartas en el asunto y solucionar el problema.
Personalmente no le conozco de nada y era la primera vez que yo acudía a su establecimiento, precisamente con unas intenciones totalmente diferentes a las que resultaron al final, por tanto, un simple detalle malo, no habría cambiado mi opinión positiva a priori, así que tuvo que ser más grave.
También decirle que para no ser cruel en demasía hemos difuminado el nombre de su restaurante, porque la crítica hace referencia a un momento determinado en la historia y mantenerlo visible más tiempo podría ser injusto para usted y también haremos la corrección del número de platos.
No critico para nada a Tripadvisor ni a sus usuarios, simplemente me hago preguntas en alto (en este caso en escrito) y cada uno debe dar las respuestas. Si a usted le parece que lo critico es que la respuesta que ha dado usted a esas preguntas le hace tener esa sensación.
Por otra parte sin criticar (insisto, no ataco a tripadvisor) lo que hago es defender otro modelo de recomendación, totalmente diferente y que a mí me gusta más.
Eso no implica que no se deba usar Tripadvisor, puesto que el fin que tiene es correcto y que sea fiable o no depende del buen o mal uso que hagan de él sus usuarios y en este caso yo pretendo hacer un uso correcto y por tanto, no sólo no lo critico, sino que procuro que mis opiniones sean lo más fiables. Si quisiera perjudicar a Tripadvisor no haría críticas desde la buena fe como son las que hago.
En cuanto a las sumas y las restas que usted hace, la realidad es que si restamos ese plato que calculamos de unos 11 euros redondeando a su favor, la diferencia por persona es de algo más de 13 euros. Insisto, por persona. Si fuera por parejas sería de 26 euros. Aún así no es mucha la diferencia y sí el doble del otro restaurante de su vecina villa Allariz que no tiene estrella Michelín.
No me sume usted el postre de 9 euros en el Ermitaño, porque no me lo cobraron y era la primera vez que estaba allí, no conocía a nadie y además iba sin decir quién era ni nada de nada, por tanto, yo tengo que juzgar lo que pagué. Usted pudo invitarme al postre también como hicieron ellos o al café, porque tomamos uno que no está reflejado en cuenta de El Ermitaño. No le pido ningún regalo, pero puestos a comparar seamos justos, como usted dice. Hagamos cuentas de lo pagado.
No comparo un estrella Michelín con su negocio, comparo el precio, ni más ni menos, y como usted dice, era el día de la feria del vino y parece ser que el que haya overbooking es disculpa para hacer lo que le da la gana y justificar un trato más descuidado o más errores, pero es que usted en la cuenta me cobró lo mismo que me cobraría un día normal, con menos gente y espero que con mejor atención. Usted no hizo un descuento para compensar al cliente el desastre de ser el día que era. Usted cobró como si diera el mejor de los servicios y la mejor cocina, pero eso no fue así.
En cuanto a su materia prima no he cuestionado su calidad, salvo en el bacalao que no es de calidad. En el resto de los casos hablé de una preparación mediocre. No se trata de si me gusta o no, se trata de si está bien preparada o no y la suya no lo estaba. Era comible e incluso casi aceptable, no era un desastre pero usted lo cobra como si la cocinara un chef y no un auxiliar de cocina.
Dice usted que sus camareros no tuvieron la oportunidad de formarse. Perdóneme… ¿y porqué contrata mano de obra no cualificada cuando hay muchos profesionales en el paro? Prefiero no pensar en eso y menos en tiempos de crisis, pero de todos modos ¿por qué no los forma usted? ¿Sabe que puede crear cursos de formación para sus trabajadores a coste cero mediante la fundación tripartita? Debe aprovechar esos cursos para formar a sus trabajadores con esos fondos. Espero que no los use como otras muchas empresas para conseguir regalos porque es una práctica habitual (no digo que usted lo haga, pero por lo que veo, no los aprovecha).
Incluso debería invertir algo en esa formación porque el miedo a formar a los trabajadores y que se vayan nos da como resultado el no formarlos y que se queden. Piense en ello y busque trabajadores cualificados, págueles adecuadamente (supongo que ya lo hace) y verá como ni se van, ni perjudican a su negocio.
No utilice el chantaje emocional al decir que sus trabajadores están sacando a sus familias adelante porque no es de recibo. En este país todo el mundo normal está sacando sus familias adelante, incluso el buen profesional que está en el paro porque su puesto lo está ocupando una persona no cualificada a un coste menor para la empresa.
De todos modos, caballero, si usted tuviera una operación a corazón abierto ¿a quién buscaría? ¿a un buen profesional o a un pobre hombre sin preparación pero que tiene que darle de comer su hijo?
Y ya no en una operación a corazón abierto, sino para quitarle una muela o para tratarle una pequeña infección. Todos queremos lo mejor que podamos pagar. Si a usted le dan pena, gástese su dinero en formarlos y cuando estén formados contrátelos. El chantaje emocional no vale para esto ni para esconder salarios bajos para personas no cualificadas. Espero que ese no sea su caso.
A mi juicio tiene usted un problema mucho más grande que los que detecté comiendo en su restaurante y es que no tiene la intención de escuchar y hacer autocrítica y eso es un problema serio en un empresario. Caballero, analice, observe, vea como funciona su personal, que seguro que no hace falta que nadie se lo diga, que lo ve usted mismo y ponga solución, que es posible aunque no fácil, pero si lo intenta quizá logre tener en breve un buen restaurante, porque intención no le falta como le he dicho en mi crítica.
Enseñe a sus camareros a cumplir un protocolo mínimo de actuación con algo más que la intención de cumplirlo, sino cumpliéndolo (reglas básicas del servicio a la mesa). Con poco más de media hora de formación sería suficiente. No golpear al los clientes, no gritar en la sala, si hay un error solucionarlo en la trastienda pero no en público…
Dirigirse al cliente con media docena de frases hechas y aprendidas si no las saben. Intentan ser correctos y educados, pero tienen fallos graves de atención al cliente de lo que no son conscientes. Intentan agradar, pero es que eso no llega para cobrar lo que usted cobra.
Organice el trabajo de sus empleados. Hay multitud de técnicas para organizar las comandas, para asignar camareros a mesas, para que parezca que cada uno sabe lo que hace.
Mantenga las buenas calidades que tiene en producto y mejores las más flojas.
Ofrezca una separación mayor entre las mesas y ordene un poco el salón que hay muchas cosas a la vista del cliente que no deben estar o por lo menos, si lo están, que parezcan ordenadas.
A la cocinera le diría que el comensal debe esperar por la comida hasta que está hecha y bien hecha. Sacar un plato si no está en su punto no es bueno por mucho que le apuren. Ya le dije que la cocina trabajaba bien los tiempos pero quizá porque apuraba un poco los platos y por tanto, pudo ser que la avalancha de gente la desbordara y apurara platos.
Y dicho todo esto puede usted hacer oídos sordos o procurar poner manos a la obra y solucionar esos problemas. Si lo logra, avíseme, iré por allí y le haré una nueva crítica seguramente mucho más positiva porque en mi ánimo no está el perjudicarle, sino en no faltar a la verdad.