Gastrofísica: nace una nueva ciencia de la comida

Gastrofísica: nace una nueva ciencia de la comida

El profesor Charles Spence publica ‘Gastrofísica. La nueva ciencia de la comida’ (Paidós, 2017) con la intención de afirmar que el placer de comer no está en la boca sino en el cerebro. A este último lo considera el órgano más importante porque gracias a él combinamos todas las sensaciones que perciben los sentidos: aromas, texturas, sonidos, formas, sabores y recuerdos.

Según Spence, una comida no es grandiosa por los ingredientes sino por lo que ha nombrado como “gastrofísica” y que incluye: nombre de los platos, temperatura de la comida, aroma del comedor y la música que suena mientras comemos.

Este libro pretende ser una guía para ponerte al día de los últimos avances científicos que tienen que ver con la gastronomía. Los primeros capítulos tratan sobre los sentidos y nos devela cosas como:

  • Cada una de las papilas de la lengua percibe todos los gustos. De este modo desmonta la teoría de que lo dulce se nota en la punta, lo salado a los lados, el ácido más adelante y el amargo al final.
  • Las personas tienen mundos gustativos muy diferentes.
  • El vino bajo una luz roja resulta más dulce.
  • Se come un 35 % más cuando lo hacemos junto a otra persona y un 75 % más cuando somos tres. Por lo tanto, comer solo ayuda a mantener la línea.

En los últimos capítulos, el autor describe los orígenes de la cocina moderna y habla de lo que denomina banquetes futuristas, en los que el cocinero jugará a estimular todos los sentidos del comensal con combinaciones originales.

Con la gastrofísica se pretende ganar una estrategia para que las personas lleven a cabo unas conductas alimentarias más saludables y sostenibles.

Fuente: PlayGround